domingo, 17 de julio de 2011

VII capitulo

Llamaron a la puerta, y Lucy empezó a gritar, y a saltar, pero no paraban de llamar, sentí que tiraban la puerta.
Nos fuimos al piso de arriba, y miramos desde la ventana del dormitorio.
  -¡Eh! ¡Parad de aporrear, la puerta o llamo a la policía!
  -¿Tan mal te sienta, que dos muchachos llamen a tu puerta?
  -Sí, y además...
  -Anda ¿me abres Rita?
  ...-Odio que me llames Rita.-me toqué el pelo- ¡Lo has vuelto ha hacer!
  -Sí, y si no me abres, te seguiré llamando Rita, el resto de tu vida. Se donde vives, y accidentalmente he descubierto que tienes teléfono y cual es.
  -¿Cómo? ¿Cómo lo has hecho?
  -¿Recuerdas quién soy?
Me metí en el dormitorio, mientras veía, que Lucy les saludaba mientras se acomodaba el pelo.

  -¿Por qué le odias?
  -¡Odiarle!, si hasta creo que estoy enamorada, pero...
  -¿Pero, qué?
Salí corriendo a la ventana, y ahí seguían.

  -¡Hasta esta tarde chicos!
  -¿Chicos?, el me acompaña.- Dijo Paul, muy interesado.
  -Una amiga quiere conocerlo, por si no te importa. 
  -Hasta esta tarde.

  -¿Que has hecho, Loca?
  -¡Conseguirte una cita, y de paso a mi otra!
  -¡Jooohn!, te imaginas ser amigas de los beatles, o..
  -Si, claro, novias, tu alucinas, ¿no?
  -No hay nada imposible.

Esa frase me hizo recordar lo que me dijo John, aquel día en el dinner.
Presentía que las cosas iban a salir bien, ¿por qué iban a tener que salir mal?

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